El misterioso anciano CAPITULO I
de la estación olvidada
Era primavera, hacía mucho sol
aquí, yo estaba parado sobre la acera de aquella calle en la que siempre viví y
donde se forjaron muy buenos y malos recuerdos de mi infancia y mi adolescencia,
allí di mi primer beso con aquella señorita, en esa calle celebraron mi
graduación del colegio y de la universidad, a propósito soy un ingeniero en
sistemas graduado con una calificación aceptable, estaba en el puesto número
quince de mi promoción, cuando egresé de la universidad me preguntaba
incesantemente que haría de mi vida ahora ya que he estudiado algo que siquiera
me gustaba, era muy indeciso para ese entonces por lo cual hice una prueba de
aptitud y la única carrera que tenia disponible era esa pero no me gustaba, no
sabía qué hacer de mi vida; ese día fue el peor de mi vida debido a que todos
los problemas se juntaron y ya no sabía que hacer, las deudas me llegaban hasta
el cuello, tenia constantes peleas con mi jefe, y la mujer que había amado toda
mi vida en secreto se fue a estudiar al extranjero pero no sabía nada de ella,
en fin si me pusiera a contarles todos mis problemas me alcanzaría para
escribir dos libros completos; caminé dos cuadras más, como siempre lo hacía y
me paré a las rieles del tren que pasaba por allí con mucha frecuencia
esperando una muerte rápida e indolora; ese día fue muy extraño porque nadie
estaba esperando el tren como siempre y tardaba mucho en pasar, pasó una hora,
en eso vi a un sujeto muy extraño que se acercaba a las sillas de la estación
para esperar el tren, no sé porque pero tenía algo familiar en su rostro
arrugado, venía paso a paso con un lento caminar y dando a conocer lo bien que
se sentía por haber vivido una vida plena, estaba sentado, en eso me acerqué y
le pregunté: -¿Disculpe, acaso lo conozco de algún sitio?; a lo que me
respondió con una sonrisa en su rostro, no decía nada pero eso me ponía de los
nervios, cada segundo que pasaba quería hacerle muchas preguntas, la verdad no
sé ni porque, tal vez sea porque ese anciano tenía algo en su mirada que me
daba mucha confianza, quería entablar una amistad con aquel sujeto, así que
otra vez le volví a preguntar lo mismo de hace ya un momento, a lo que me
respondió: -Joven, buenos días me podría decir su nombre, tengo algo que
decirle; yo me quedé asombrado en ese momento, le dije:-Mucho gusto mi nombre
es Daniel encantado de conoc...; me interrumpió diciéndome que tenía algo muy
importante que decirme, yo me había molestado un poco por su interrupción pero
seguí su juego. -¿Que es aquello que tiene que decirme señor...mmm...aún no me
ha dicho su nombre; el anciano me miró fijamente y me dijo.-Mi nombre no
importa ahora, lo más importante es lo que le tengo que decir; yo ya me estaba
impacientando mucho, así que le dije que lo que tenía que decirme, que me lo
diga ahora o daba media vuelta y seguía mi camino; el anciano miro su pequeña
libreta y me dijo:-¿Acaso tu eres Daniel, el que vive a dos cuadras de aquí?;
me tomo por sorpresa de nuevo, ya que apenas me conocía, le dije:-Por supuesto,
a propósito, ¿cómo sabe donde vivo?(...¿será un delincuente?...mmm no creo,
pero por qué me ha investigado tanto,...mmm...apuesto a que es alguien
especial...tal vez lo mejor será seguirle su juego misterioso otra vez...) ¿acaso
es amigo de mis vecinos o vive por allí ?, la verdad es que nunca lo he visto
pero me resulta familiar; a lo que él me respondió: -No, en absoluto, nunca
antes le había visto, solo he venido con un propósito, y es decirle algo muy
importante; yo me dije a mi mismo:(...otra vez la misma tontería, ya me está
cansando, ha de ser un viejo loco que se escapó de una clínica de
psiquiatría...); le dije:-Sabe que...yo ya me cansé, mejor será que me retire
de aquí y seguir haciendo lo que iba a hacer; en eso el anciano me dijo:-¿Quiere
oír una vieja historia?; yo me preguntaba si eso era lo que quería decirme,
pero como no tenía nada más que hacer , decidí escuchar su relato.
CAPÍTULO II
Ushio y Clarissa, el
inicio de una verdadera amistad
El anciano comenzó a contar su
larga historia, antes de eso me dio la libreta que tenía y me pidió que no la
abriera hasta que haya acabado de contar su relato, yo la acepte sin pensarlo
pero aún no sabía por qué ese anciano me daba tanta confianza, así que empezó a
contarme la historia que tanto quería.
Todo comenzó con el nacimiento de
un bebé, su madre tuvo muchos problemas al dar a luz pero gracias al esfuerzo
de todos, el bebé fue un niño sano y fuerte al cual le dieron el nombre de
Ushio.
Ushio era un niño muy callado y
reservado para todos, casi no decía palabra alguna pero se asustaba con
facilidad, a medida que fue creciendo aprendió a hablar y quería ser un buen
arqueólogo porque le gustaban mucho los dinosaurios y la historia de la vida en
sus inicios, era un apasionado por lo que hacía, se encerraba en su habitación
a colorear un libro que su madre le había comprado, era un libro muy bonito que
trataba sobre dinosaurios, que a propósito estaba en otro idioma, lo cual lo
inspiró mucho más a conocer sobre los dinosaurios y esa nueva forma de escribir
tan rara que había descubierto; cada día que pasaba su interés se hacía más y
más grande, su madre le apoyaba en todo sentido, ya sea comprándole libros,
revistas, juegos, hasta una computadora, para que pudiera aprender lo que él
quería.
Un día estaba jugando a solas con
su dinosaurio de madera que le había comprado su madre, ya que él no tenía
amigos, en eso escuchó unos ruidos que venían del patio de la casa, estaba muy
oscuro pero se lleno de valor y fue a ver qué pasaba, en eso vio una luz que
subía rápidamente hacia el cielo; Ushio cayó desmayado y su familia se preocupó
mucho por él, pasó un día en cama dormido, al segundo día despertó y contó que
había soñado con un viejo hospital en el cual había mucha gente que había
muerto después de una terrible explosión, y que de entre toda esa gente que
yacía en el piso apareció una niñita de su misma edad que sostenía un violín en
sus manos y que lo tocaba con buena destreza, rápidamente llamó la atención del
joven Ushio y se acercó para escucharla tocar su precioso instrumento de madera
que daba sonidos muy tristes pero hermosos, ella terminó de tocar, en eso Ushio
le preguntó el por qué de su melodía tan triste pero que le había gustado tanto
a él, ella se acercó con un gesto triste y a la vez sorprendido y entablaron
una conversación, pasaron unos momentos y se hicieron muy buenos amigos, ella le contó
la tragedia que había sucedido hace un día atrás y que toda su familia había
muerto en esa explosión pero que no se sentía tan sola debido a que él estaba
allí acompañándola, pasaron toda la tarde conversando de cómo eran sus vidas,
en eso la niña se levantó y le dijo:-Tu familia debe estar preocupada por ti,
lo mejor será que regreses a tu hogar; Ushio le sonrió y le dijo que era la
primera amiga que tenía en toda su corta vida, ella se alegró mucho de eso y le
preguntó que si podría volverlo a ver algún día, Ushio le respondió con una
gran sonrisa y un fuerte abrazo, le dijo:-estaré esperándote muy ansioso…a
propósito, ¿cuál es tu nombre?; ella lo miró fijamente y le dijo:-Me hiciste
pasar uno de los mejores momentos de mi vida, nunca lo olvidaré te lo prometo,
mi nombre es Clarissa pero me puedes llamar Risa que es como me conocen todos,
bueno hasta la próxima; le dio un cálido beso en la mejilla y fue cuando Ushio
despertó, una vez que contó todo lo que había sucedido la familia se sentía más
aliviada de que no le sucedió nada que del sueño que acabó de tener, desde ese
día Ushio veía y oía cosas muy extrañas, ya sea que lo estaban llamando o ruidos
de las sillas y de la mesa, como si alguien estuviese sentado comiendo, empezó
sentir presencias extrañas de personas que no estaban a su alrededor pero sin
embargo se sentía acompañado.
CAPÍTULO III
Señales
A medida que pasaban los años, Ushio
fue creciendo mucho, tanto que ya mismo alcanzaba la estatura de su madre,
entro a la escuela, en donde hizo muchos amigos, pero el siempre se sentía solo
porque no podía recordar a la niña de su sueño ni su nombre, lo único que podía
recordar era su resplandeciente y larga
cabellera rubia y su piel tan blanca como la leche; Ushio se sentía muy vacio
cada día, un día estaban jugando a las escondidas con sus amigos del vecindario
a altas horas de la noche, en eso el fue solo por un callejón oscuro escondiéndose
muy bien del resto de amigos que jugaban con él, de repente de la oscuridad
salió una pequeña luz que lo llamó, él siguió aquella luz sin pensarlo dos
veces, lo único que se podía distinguir entre la oscuridad era una larga y brillante cabellera rubia; él
pensó que esa era la chica que tanto buscaba, la siguió hasta el último rincón
en donde desapareció.
-Luego de haberla seguido tanto…
no sirvió de nada- murmuró y se regresó a su casa por el camino que conocía muy
bien, en el camino se encontró a un hombre que yacía en el suelo con una grave
herida en su brazo derecho, al parecer fue una herida de arma blanca; este
hombre le gritó con su último aliento a Ushio que si se hubiese quedado en ese
lugar, unos delincuentes lo habrían herido a él también y que abandone ese
lugar inmediatamente.
Ushio se asustó tanto que salió
corriendo de aquel lugar, en eso se dio cuenta que estaba completamente perdido
en los callejones de ese inmenso barrio, todo estaba oscuro y el ya no conocía
el camino de regreso a su casa; por aquella desesperación que tenía no se
percató de una roca, que al correr se tropezó, antes de caer al piso vio
nuevamente esa luz que lo había salvado antes, esa luz que de entre las sombras
solo se lograba distinguir una cabellera rubia muy larga y hermosa.
Al siguiente día se despertó en
su cama, nunca supo lo que le había sucedido después de ver la pequeña luz,
pero tenía el presentimiento de que aquella chica del sueño tenía mucho que ver
en lo que estaba sucediendo; Ushio cerró sus ojos y siguió descansando de
aquella pesadilla que había vivido el día anterior y que le dejó una muy buena
lección.
Pasaron unos segundos y empezó a
escucharse una hermosa melodía que provenía de la casa de enfrente era un
violín que sonaba con mucha destreza, en eso Ushio se despertó y se quedó
viendo por la ventana.
Miró fijamente a la persona que
estaba tocando el violín pero no se lograba ver la silueta, tan solo se veía
una cortina semi-transparente que estaba muy sucia, se dio cuenta que la
melodía que tan tristemente estaba interpretando aquel músico ya la había
escuchado antes en otro lugar, se puso furioso al no poder recordar nada, pero
en eso las cortinas se fueron despejando poco a poco y solo se pudo ver una
larga y rubia cabellera, como de una princesa, que salía por aquella ventana.
Ushio se quedó atónito al ver
aquella chica y rápidamente dijo:-CLARISSA!
CAPÍTULO IV
Desempolvando amargos
recuerdos
Aquella chica que vivía en frente
de su casa parecía que nunca salía a jugar ni a divertirse, solo pasaba
encerrada tocando la misma melodía triste en su pequeño violín.
La casa en la que vivía esa chica
era una vieja casa arrendada en la que unos señores la habían deshabitado hace
muchos años debido a que su hija que era la razón por la que vivían allí, ella,
quien tenía la misma edad que Ushio murió en un trágico accidente mientras estaba
de visita en un hospital muy antiguo del sector, ella estudiaba música en el
conservatorio local, era muy buena violinista y siempre solía tocar unas
melodías alegres para animar a la gente que estaba enferma en el hospital.
Ushio nunca supo que la chica que
vivía enfrente supiera tocar el violín debido a que casi nunca salía de su
casa, por lo que nunca pudieron conversar anteriormente.
Ushio se moría de ganas de entrar
a aquella casa y saludar a su primer amiga, entonces se armó de suficiente
valor y decidió ir; cuando estaba en la puerta de la casa la tocó pero nadie
salió, lo que fue realmente extraño es que la puerta estaba rota y se abrió con
facilidad.
Al entrar todo parecía
deshabitado completamente, todo estaba muy viejo y olía a humedad por todas
partes, al parecer las conexiones de agua colapsaron con el tiempo y despedían
un olor fétido, al entrar a la cocina se dio cuenta de que nadie había vivido
allí desde hace ya muchos años que sucedió ese terrible accidente en aquel hospital, todo era un completo desastre, se
notaba como si hubiesen muchas peleas allí, estaban muchos de los platos rotos
o sucios, fue poco a poco gritando el nombre de su amiga pero no escuchó
respuesta alguna, en eso escuchó que el televisor de la sala se prendió y fue a
ver qué sucedía.
Ushio desde que vio por primera
vez aquella luz en el patio de su casa hace un año comenzó a ver cosas
paranormales tales como ruidos extraños o sombras que se desplazaban una por
una por su casa o por el vecindario.
Al entrar en la sala se
sorprendió debido a que el televisor sonaba pero en realidad estaba apagado y
roto mas encima, Ushio se asustó y salió corriendo hacia los dormitorios del
segundo piso en donde vio a su querida amiga, al abrir la puerta salió una
chica hermosa, con la piel blanca como la leche y una cabellera rubia
resplandeciente.
-¿Cómo te llamas?-preguntó Ushio
Ella le respondió con una sonrisa
y un abrazo y le dijo que se alegraba de volverlo a ver,
-Mi nombre es Clarissa, pero me
puedes llamar Risa, ¿Acaso no te acuerdas que hace varios años conversamos todo
el día en ese viejo hospital?
-Lo siento muchísimo, la verdad
es que si me acordaba de ti, por eso te vine a buscar, pero quería estar seguro
de que eras la chica de mi sueñ….perdón que eras mi primer amiga Risa, la
verdad es que desde que te hablé fue la primera vez que le dirigía la palabra a
alguien que no fueran mis padres o parientes cercanos, desde ese día fui
conociendo a la gente de este barrio pero esta casa siempre ha estado
deshabitada desde aquel incidente del hospital- dijo Ushio
Respondió Risa:
-Claro que no estoy en esta casa
desde hace ya muchos años cuando me marché con mis padres, pero estos años han
sido los peores de mi vida porque mis padres no me prestan ni la más mínima
atención, hacen como si yo no estuviera allí y me ignoran por completo eso me
dio mucho coraje así que ya no lo aguanté mas y me fugue de la casa, como era
de esperarse que a mis padres siquiera les importara mi desaparición, solo
pasaban llorando a una foto mía en el comedor, pero nunca supe la razón-
Ese día tuvieron una larga
conversación sobre lo que les había ocurrido todos esos terribles años; luego
Ushio la invitó a cenar a su casa y le dio posada para que pueda quedarse allí,
ya que la casa en la que vivía Risa estaba en pésimas condiciones.
Al llegar a casa la llamó a su
madre y le presentó a Risa; Risa estaba muy emocionada de llegar por primera
vez a la casa de su gran amigo, pero algo muy extraño sucedió en ese encuentro.
CAPÍTULO V
La habitación Nº1
La madre de Ushio lo reprendió
debido a que la había llamado sin ninguna razón, ella por algún motivo la
ignoraba por completo a la joven Risa lo que causó un ambiente muy tenso y Risa
decidió correr lejos de allí.
Ushio: -¡Espera Risa! ¿A dónde
vas? No te enojes con mi madre ella no tenía la intención de lastimarte ella es
una buena persona.
Risa: - ¡Todo el mundo me ignora,
yo no le importo a nadie!
Madre de Ushio: -Espera un
momento, ¿A dónde crees que vas?, ¿A quién diablos le estás hablando?, acabas
de entrar solo a la puerta y me has llamado para ver a alguien pero era mentira
porque no veo a NADIE, así que no me molestes ahora que estoy muy ocupada, y
sin peros.
Ushio salió corriendo detrás de
Risa sin importar lo que dijo su madre pero no pudo alcanzarla; pasó un mes sin
ver a nadie en aquella vieja casa de enfrente, estaba muy preocupado por Risa,
preguntó por todos lados pero nadie la había visto.
Un día estaba pasando por aquel hospital
que estaba ya carbonizado debido a la explosión de hace un año, pasaba por allí
y se le vino el sueño que tuvo hace un año, en eso se desesperó pensando en encontrar
a Risa y entró, una vez dentro, el sonido de un viejo violín se escuchaba
claramente que venía de una de las habitaciones, Ushio sabía que ese sonido tan
triste pero a la vez hermoso era de su amiga Risa así que corrió hacia la
primera habitación que era de donde provenía el sonido.
Antes de entrar salió Risa con
los ojos hinchados de tanto llorar y le prohibió que entrase a la habitación
Risa: - Hola como estás, lo
siento pero desde ahora entrar a esta habitación queda terminantemente
prohibido, por razones muy personales, ¿ok?
Ushio: -Esta bien pero cuéntame,
¿en dónde te habías metido todo este tiempo? La verdad es que estaba muy
preocupado por ti, además quería pedirte disculpas por lo de mi madre.
Risa: - No tienes nada de que
disculparte, ya me di cuenta al fin… de la triste realidad, aquella realidad
que llegará algún día…
Ushio: - ¿De qué estás hablando?
La verdad es que me estas asustando.
Risa: -No te preocupes de nada y
sigamos caminando lejos de este apestoso lugar, ¿ok?
Los dos juntos salieron de aquel
hospital y se fueron a tomar unos helados en una dulcería que quedaba cerca de
allí, como siempre cuando llegaron le preguntó el dependiente de la dulcería
que si quería un solo helado, a lo que furiosamente le respondió Ushio
-Que acaso no ve que somos dos
personas, ¡pero que pregunta más estúpida!
El dependiente no dijo nada pero
él sabía que había una sola persona allí y era Ushio, le dio los dos helados y
salieron juntos de allí.
Cuando los dos iban conversando juntos
la gente los quedaba viendo raro, así que Risa dijo que lo mejor será conversar
en un sitio en donde no haya mucha gente.
Risa sabía algo muy importante
pero no se lo quería decir por nada del mundo a Ushio, era un secreto de vida o
muerte…
CAPÍTULO VI
La revelación de un
ángel y la dura condición
Cuando Risa salió corriendo esa
noche de la casa de Ushio, se dirigió sin rumbo, llegando por casualidad al
hospital, en eso una extraña presencia la atrajo hacia la habitación Nº1, al
entrar allí se quedó horrorizada al ver su propio cuerpo de hace ya varios años
tendido sobre la cama de esa habitación, un cuerpo totalmente inerte, allí fue
cuando Risa descubrió la verdad de por qué la gente la ignoraba, la verdad es
que ya estaba muerta pero no se dio cuenta, lo que significaba que todavía le
quedaba algo por hacer en este mundo.
Risa estaba llorando mucho al saber
esta triste verdad pero en eso una luz iluminó la habitación, era nada más y
nada menos que un ángel, el cual le dijo a Risa que todavía tenía algo muy
importante que hacer en este mundo, y que al terminar eso tan importante se
podría ir al cielo a descansar en paz.
El ángel le dijo: -Clarissa, se
te ha encomendado una importante misión aquí en la tierra y consiste en lograr
que Ushio descubra su verdadero talento que es la música, con la cual podrá
salvar muchas vidas así como lo hacías tú Risa, le vas a apoyar en todo lo que
puedas hasta que Ushio consiga irse a estudiar al extranjero, allí todo tu
trabajo se dará por finalizado, pero solo hay un problema, si le dices a Ushio,
o si él llegase a descubrir que tu solo eres un espíritu, desaparecerás completamente
de sus recuerdos y no podrá recordar nada de lo que hayas hecho por él y será
el mismo de siempre, el mismo que era antes de conocerte, buena suerte mi
querida Clarissa te estaré esperando con mucho amor.
Risa al escuchar las palabras del
ángel se sintió muy triste debido a la dura condición que tenía ya que Ushio
era muy importante para ella y no quería perderlo de su vida.
Así que se armó de valor y trató
de descubrir aquel talento oculto de Ushio.
Pasaron algunos días en los
cuales Risa había estado llorando hasta que llegó Ushio y salieron juntos a dar
un agradable paseo.
CAPÍTULO VII
El nacimiento de un
gran pianista
A medida de que pasaban los días
Risa le dedicó varias piezas en su viejo violín, lo cual poco a poco le
interesó a Ushio, el también quería aprender a tocar el violín, así que decidió
entrar al conservatorio de música.
Una vez que hizo una prueba para
ver que instrumento era más apto para él le dio como resultado que era el
piano, fue difícil al principio pero con el tiempo fue mejorando.
Ushio era el mejor pianista de su
nivel cada vez estudiaba más y más porque su sueño era tocar en un concierto
con Risa, a él le gustaba mucho una sonata de Beethoven así que estudió mucho
para poder tocarla, pero Risa le dijo que nunca saldría a un escenario, por
motivos personales, lo cual deprimió mucho a Ushio, que tantas ilusiones tenía
de tocar con su amiga muy especial.
Lo único que quería Risa es poder
tocar en un escenario con su mejor amigo, que ya lo estaba empezando a ver como
a una persona más especial que un amigo, pero ella sabía que no debía
enamorarse debido a que algún día se marcharía.
Risa es de las personas que
piensa que la distancia divide los corazones y peor aún la distancia entre esos
dos mundos impenetrables el uno del otro.
Risa le encantaba escuchar las
melodías que tocaba Ushio, todos los días iban a una sala que quedaba lejos de
todas las demás, una sala olvidada con un piano que cada día se escuchaba más y
más desafinado.
Ese sitio era el favorito de
ambos porque allí no había nadie que les moleste, todos los días cuando Ushio
estaba libre de clases iba para allá, a la sala Nº9 en donde siempre Risa lo
estaría esperando con su violín para tocar juntos muchas melodías hermosas.
Ushio era compositor de música clásica,
le gustaba mucho la composición así que decidió hacer en secreto un concierto
para piano y violín, el más grande que nadie jamás haya creado.
Trabajó muy duro en su secreta
obra, esta obra sería dedicada para Risa porque él empezó a enamorarse de ella,
el tenía planeado tocar esa canción en un recital en donde confesaría su amor.
Cada día que pasaba ambos se iban
enamorando más y más que un día Risa no lo soportó más, se quería atrever a
romper ese miedo y esa indecisión que tenía y le confesaría su amor, ese mismo
día Ushio iba a hacer lo mismo, ninguno de los dos soportaba mas guardar ese
sentimiento.
Ambos llegaron a la sala nueve y
los dos tenían algo muy importante que decir…
CAPÍTULO VII
Confesión de amor
Ambos estaban muy nerviosos así
que Ushio tomo la iniciativa y le dijo a Risa: - Tengo algo muy importante que
decirte, lo que pasa es que cada día que estoy junto a ti me doy cuenta de que
eres algo más especial que una amiga, mis sentimientos por ti son puros, nunca
había sentido algo parecido con nadie más, no me importa como seas, no me
importa que no te guste hablar con nadie más que conmigo, tampoco me importa
que otras personas te ignoren, te quiero como eres nunca cambies, a tu lado
siento como si me completara mi otra parte, siento como si fuera muy feliz,
quiero vivir contigo por el resto de mi vida, pero solo depende de ti, en
conclusión…Risa…yo….ehhh…..te….-
Risa al escuchar estas palabras
no pudo contener sus lágrimas y salió corriendo de la sala, no tuvo el
suficiente valor para decir lo que sentía por Ushio, porque tenía muchas dudas
acerca de esa relación, cargaba sola con todos esos problemas que generaba
aquel maldito accidente.
Ushio al final del día no pudo
decirle que la amaba, por lo que se sentó en su piano, su compañero inseparable
a componer su última canción llamada UN AMOR PARA SIEMPRE, se la iba a dedicar
a ella porque realmente la amaba.
Le tomó casi dos meses
perfeccionar esa canción, pero en todo ese tiempo Risa no se apareció por allí,
cada vez que Ushio iba a la sala 9 a ver a Risa ella no se encontraba, tocaba
tristemente sus canciones.
Ushio pensaba en ese momento que
hubiera sido mejor no decirle nada a Risa, porque sentía que estaba perdiendo a
alguien muy especial por culpa del amor, maldecía que el amor se haya
interpuesto en una amistad más linda, pero lo que no descubría aún es que el
amor, Dios lo creó para unir a dos personas mediante un lazo que supera a la
amistad, el amor es un lazo que une a dos personas, hace que esa persona
especial sea aun más especial y mas no es para dañar una verdadera amistad.
CAPÍTULO VIII
La carta escondida
Risa se había ausentado cerca de
dos meses en los cuales se había dedicado a aclarar sus dudas sobre esa
decisión que se moría de ganas por tomar pero que algo le impedía, la
inseguridad.
Risa decidió por fin terminar el
trabajo al cual se le había encomendado escribiéndole una carta a Ushio, en la
cual decía:
-Querido Ushio, sabes que mis
sentimientos por ti son puros y sinceros, nunca antes me había sentido de esta
forma en la que me siento, la inseguridad me vuelve loca, pero de lo que si
estoy segura es de que te amo más que a nada en el mundo y que mi realidad será
superada por el poder que tiene el amor, gracias por hacerme experimentar ese
sentimiento tan noble que tienen los humanos y que ninguna otra especie lo
tiene, gracias por todo, me iré a estudiar al extranjero pero no te puedo decir
a que país me voy solo te puedo decir que con ese talento que tienes debes
compartirlo con todo el mundo tratando de ayudar siempre a los demás, salva
muchas vidas con ese don que te ha dado Dios, esa fue mi misión desde el inicio
hacerte notar que puedes ayudar a los demás con algo tan noble como es la
música, ve a casa de mis padres allí pídeles que busquen en mi antigua
habitación debajo de la almohada una carta que te dará más detalles… Mi amor
para siempre a ti Ushio… de Risa…-
Risa se acerco sin que Ushio la
viera y puso la carta dentro del desafinado piano, ella sabía la forma de
componer de Ushio y además sabía que él estaba haciendo una canción para ella,
fue por eso que puso la carta en las últimas cuerdas del piano, como sabía que
Ushio siempre acababa sus composiciones en notas agudas, porque a él le
fascinaban mucho los finales tranquilos y relajantes ese toque místico y
fantástico que solo las notas agudas en una escala pentatónica pueden dar.
Al dejar la carta Risa se marchó
sin rumbo, solo tenía que esperar a que Ushio leyera la carta y vaya donde sus
padres para así su trabajo llegase a su final.
CAPÍTULO VIII
A cumplir el sueño
prometido
Ushio cada día se esforzaba en
terminar aquella obra majestuosa que demostraría todo su amor a Risa, fue
entonces como lo había previsto Risa, Ushio finalmente estaba por completar la
canción cuando en el último de los compases como es de costumbre para Ushio el
tocar una escala pentatónica ascendente y terminar en un acorde con notas muy
agudas y tranquilas.
Ushio escuchó un ruidito que se
supone que no haría el piano, en eso abrió la tapa y se encontró la carta que
decía: “Mis sentimientos están aquí y te corresponderán por siempre”, Ushio
abrió la carta y la leyó completamente, muchas lágrimas brotaron de sus ojos,
pero eso no lo desanimó a terminar de una vez con la canción que expresaría
todo su amor.
Una vez culminada la canción
Ushio decidió añadirla para el recital de música más importante de todo el país
en el cual los más reconocidos y talentosos músicos van a tocar piezas muy
difíciles y a la vez hermosas de los más famosos compositores.
Ushio tenía un trato especial por
ser el hijo de un reconocido pianista y compositor que desapareció
misteriosamente pero sus obras quedaron para el deleite de todos.
Llegó el gran día de la
presentación, Ushio pasó las audiciones sin ningún problema y estaba dispuesto
a dar todo en aquel escenario, el público estaba muy ansioso de escuchar
aquella obra maestra del joven compositor.
Ese día Ushio tocó como nunca
había tocado tanto así que los directores de los más prestigiosos
conservatorios de Europa lo invitaban con todos los gastos pagados a una gira
mundial de su música y que si quería podría estudiar en los mejores
conservatorios del mundo, Ushio aceptó sin pensarlo dos veces, después de haber
leído aquella carta sintió fuerzas para superar cualquier obstáculo y aceptó la
proposición.
El día antes de su partida a
Europa fue a la casa de los padres de Risa, aquella dirección que le había
costado más de un mes de investigaciones exhaustivas, pero llegó a la puerta de
esa casa y salió una señora vestida de luto diciendo:
-Joven, ¿que desea de una mala
madre que perdió lo más importante de su vida? ¡Si solo viene a cobrar será
mejor que se marche de aquí!
A lo que Ushio respondió:
-Lo único que he venido a
decirles es que amo a su hija y ella me pidió que les dijera que busquen una
carta que hay debajo de la almohada de su antigua habitación, así que les ruego
podrían ir a buscarla, ¡por favor!
La mujer envuelta en lágrimas no
podía creer lo que este joven venía a contarle, su hija había muerto hace mucho
tiempo atrás en ese terrible accidente pero por alguna razón no le mencionó
nada de eso y fue de inmediato a buscar aquella carta.
CAPÍTULO IX
Confesiones atrasadas
Ushio tomó la carta que con una
mano temblorosa le fue otorgada por su madre y se fue sin decir más palabra, se
fue al conservatorio a la sala mas apartada de todas, la sala nueve en donde
nadie podría escucharlo llorar ya que últimamente tenía toda la atención no
solo de sus amigos sino también de los medios.
La carta decía:
-Querido Ushio, me gustó mucho tu
canción gracias por ese detalle nadie había hecho algo así por mí, por eso te
amo más que a nada pero nunca pude decírtelo personalmente, en ese momento me
sentía muy confundida, sabes, yo iba a decirte que te amaba pero tus palabras
calaron muy en el fondo de mi corazón y no tuve más remedio que huir de mis
sentimientos, lo siento por ser una cobarde, lo siento tanto, no quiero
lastimarte pero es hora de que te enteres de la dura y triste realidad en la
que estoy encadenada de por vida y de la cual no podré escapar nunca, no quiero
olvidarte ni que me olvides, pero es inevitable, gracias por todo, cuando
llegues a Europa encontrarás una carta en la habitación de hotel que reserves… Mi
amor para siempre a ti Ushio… de Risa…-
Ushio se sintió como en una broma
de mal gusto, eso de las cartitas secretas y misteriosas ya no le empezaba a
gustar, hasta que llegó el día en el que tuvo que viajar a Europa.
CAPÍTULO X
La última carta
Al llegar a Europa, Ushio entro
rápidamente al hotel, y tal y como lo había dicho Risa, la carta estaba encima
del velador, tomó la carta que decía:”Antes de abrirla prométeme que no me
olvidarás”, Ushio mirando por la ventana gritó su amor por Risa y que jamás la
olvidaría y luego de eso abrió la carta que decía:
-Querido Ushio, gracias por todo,
esta es mi última carta, en la que te enterarás de toda la verdad, la historia
comienza así: cuando nos conocimos en aquel sueño que tuviste fue el día más
feliz de mi vida porque sentí que había conocido a alguien muy importante en mi
vida y del cual nunca me iba a separar y que iba a vivir por el resto de mis
días pero no todo es color de rosa, poco a poco me fui enterando de la verdad
tras ese accidente del hospital, quería conocer tanto a aquel tipo de mis
sueños que lo busqué por todos lados hasta que te encontré, ese día toqué la
misma melodía triste que había tocado para ti en mi sueño para que tú me
reconocieras y salieras a buscarme, me dio mucha felicidad encontrarte pero me
enteré de algo muy grave que había pasado en mi vida mucho antes de conocerte,
constantemente me preguntaba el por qué la gente me ignoraba y hasta mis
propios padres que creí que habían muerto y que los tome por muertos pero que
después aparecieron y me fui a vivir con ellos pero me ignoraban como todo el
mundo, no fue porque me odiaban, fue por el hecho de que yo sin saberlo había
muerto en aquel accidente sin darme cuenta, si, había muerto aunque no lo
creas, era un espíritu, me di cuenta de eso aquel día cuando entraste en la
habitación uno del hospital, mi cuerpo yacía inerte sobre una cama oxidada y
carbonizada en eso un ángel se me apareció y me dijo que tenía un objetivo aquí
en la tierra el cual consistía en descubrir tu talento como pianista para que
puedas ayudar a muchas personas de todo el mundo pero con una condición me
dejaba quedarme, esa condición era de que si tú
te llegabas a enterar de que yo era un espíritu tu perderías todos los
recuerdos relacionados conmigo y que volverías a ser el de antes, por eso mi
trabajo aquí ha terminado, por cierto estas cartas desaparecerán junto con
todos tus recuerdos de mi en unos segundos después de que acabes de leerla, te
amaré por toda la eternidad, si no consigues olvidarme significa que el amor
sobrepasó aquella barrera que nos dividía y podremos ser felices en el más
allá, si puedes recordar algo después de haber leído esta carta ve por favor a
la sala nueve y toca tu canción otra vez, allí te esperará otra sorpresa,
gracias por todo,
Te amo….Sinceramente…
Clarissa (Risa)
CAPÍTULO FINAL
El reencuentro con el
amor
Después de haber leído esa última
carta de Risa, Ushio se desmayó y se despertó con un fuerte dolor de cabeza,
todos sus recuerdos sobre esa chica que tanto amaba se habían esfumado como las
huellas de la arena que se lleva el mar.
El fue muy feliz ayudando a mucha
gente por todo el mundo, viajó por: Estados Unidos, Canadá, México, España,
Italia, Francia, etc. Aprendiendo cosas nuevas y creando fundaciones que ayuden
a la gente más necesitada, era muy feliz con esa vida llena de riquezas que le había generado
su gran talento, pero sentía que le faltaba algo, era algo muy especial para él
pero no conseguía recordar nada.
Fue en eso que se le cayeron las
partituras de aquella obra que denominó Clarissa my Darling, y pensó en el
porqué la había compuesto, o para que o para quien la había hecho, pero el
nombre de Clarissa de le hacía familiar, muy familiar pero no recordaba nada.
Una noche Ushio tuvo un sueño con
la chica rubia de larga cabellera y se levantó inmediatamente diciendo:
¡¡¡…RISA…!!! Ahora lo recuerdo todo.
Fue a su tierra natal y llegó al
conservatorio que tantos recuerdos le traía, se dirigió a la sala nueve en eso
recordó que tenía que tocar la obra que había compuesto a aquella chica de sus
sueños, una vez que la tocó, como siempre acostumbraba a dar un final a sus
canciones con notas agudas, escuchó un ruidito que venía de la parte interior
del piano, lo destapó y encontró una carta que decía: “Han pasado ya 85 años
desde que te conocí y no me has olvidado”
Ushio abrió la carta con sus
dedos arrugados y cansados y esta decía:
-Hola otra vez mi querido Ushio,
gracias por no olvidarme, parece que muy pronto nos encontraremos para estar
juntos por toda la eternidad has cumplido con todo lo que tenias que hacer y ya
es tiempo que dejes ese mundo para que vengas a un mundo mejor, antes de eso
quiero pedirte un último favor, ve a la estación de trenes y te vas a encontrar
con Daniel, es un chico joven incapaz de ver lo que puede hacer con su vida
pero quiero que le cuentes tu relato y le des este sobre que te dejo en esta
misma carta, buena suerte ¡my Darling! Te estaré esperando a las doce de la
noche de ese mismo día.
Con mucho, mucho, mucho, mucho
amor:
Clarissa (Risa) tu eterna amante…
Ushio se sintió muy feliz al leer
esta carta y sin más tiempo que perder fue directamente a la estación y se
encontró con un joven que se quería suicidar y le preguntó si podía contarle
una historia.
Ushio: Bueno mi querido y joven
amigo, así es como termina mi relato, y discúlpame por no haberme presentado
antes, mi nombre es Ushio me dio mucho gusto en conocer a alguien tan especial
como usted, por cierto quiero pedirle un último favor, rece por mí a la media
noche que es cuando viajaré a un mundo mejor que este, a propósito me olvidaba
de darle esto, la carta que Clarissa me pidió que le entregase, bueno parece
que mi trabajo aquí ha terminado, hasta luego joven, y mucha suerte en tus
sueños y aspiraciones.
El anciano se fue alejando por la
oscura calle cada vez mas hasta que desapareció, yo abrí el sobre que me dejó
Clarissa en el cual decía:
-¡Hola Daniel! Soy Clarissa y me
gustaría decirte que no te des por vencido, si tienes problemas trata de
sobrellevarlos, pero nunca intentes caminar solo porque todo será más difícil,
para eso tienes amigos y una mujer que estará esperándote en un país lejano,
confía en ti mismo y no te dejes llenar la cabeza de dudas, no cometas el error
que cometí yo y no dejes que el amor se vaya por culpa de tus dudas, trata de
poner en orden lo más pronto posible tus ideas y sentimientos para que así no
sea muy tarde en tomar una decisión ya que nadie sabe lo que nos puede pasar
mañana, trata de disfrutar tu vida al máximo cada día como si fuera el último y
se muy feliz, ayuda a mucha, mucha, mucha gente…
Con cariño….
Clarissa (Risa)
Al terminar de leer la carta ya
casi eran las doce de la noche y elevé al cielo una oración por el alma de ese gran
amor que nada podrá separar y que sobrepasaron todas las barreras para así
poder alcanzar la felicidad, por un buen hombre, Ushio y por una buena mujer,
Clarissa, Que Dios los cuide por siempre…
Desde ese día mi vida cambió,
volví a mi barrio lleno de energía y resolví todos mis problemas, puse en orden
mis ideas y sentimientos y me fui a buscar el amor que un día perdí por dejar
pasar las cosas y no darme cuenta a tiempo.
Llegué, y tal como Clarissa me
dijo, ella estaba esperándome con los brazos abiertos, tuvimos una vida muy
feliz y espero algún día ser tan feliz como esa maravillosa pareja que se formó
gracias al amor que creo Dios nuestro señor.
FIN
ESCRITO POR :
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Si un arcoiris hubiera en el cielo y camino fuera que hermoso seria llegar a los sitios que mas deseas .
http://www.4shared.com/audio/5a_Ruf0k/UN_MUNDO_SIN_FIN_-_CARLOS_Y_EM.html
- http://www.4shared.com/account/dir/oAk_dhdV/_online.html?rnd=83
POR LEERNOS ,GRACIAS.