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miércoles, 17 de octubre de 2012

UN AMOR PARA SIEMPRE



El misterioso anciano    CAPITULO I
de la estación olvidada

Era primavera, hacía mucho sol aquí, yo estaba parado sobre la acera de aquella calle en la que siempre viví y donde se forjaron muy buenos y malos recuerdos de mi infancia y mi adolescencia, allí di mi primer beso con aquella señorita, en esa calle celebraron mi graduación del colegio y de la universidad, a propósito soy un ingeniero en sistemas graduado con una calificación aceptable, estaba en el puesto número quince de mi promoción, cuando egresé de la universidad me preguntaba incesantemente que haría de mi vida ahora ya que he estudiado algo que siquiera me gustaba, era muy indeciso para ese entonces por lo cual hice una prueba de aptitud y la única carrera que tenia disponible era esa pero no me gustaba, no sabía qué hacer de mi vida; ese día fue el peor de mi vida debido a que todos los problemas se juntaron y ya no sabía que hacer, las deudas me llegaban hasta el cuello, tenia constantes peleas con mi jefe, y la mujer que había amado toda mi vida en secreto se fue a estudiar al extranjero pero no sabía nada de ella, en fin si me pusiera a contarles todos mis problemas me alcanzaría para escribir dos libros completos; caminé dos cuadras más, como siempre lo hacía y me paré a las rieles del tren que pasaba por allí con mucha frecuencia esperando una muerte rápida e indolora; ese día fue muy extraño porque nadie estaba esperando el tren como siempre y tardaba mucho en pasar, pasó una hora, en eso vi a un sujeto muy extraño que se acercaba a las sillas de la estación para esperar el tren, no sé porque pero tenía algo familiar en su rostro arrugado, venía paso a paso con un lento caminar y dando a conocer lo bien que se sentía por haber vivido una vida plena, estaba sentado, en eso me acerqué y le pregunté: -¿Disculpe, acaso lo conozco de algún sitio?; a lo que me respondió con una sonrisa en su rostro, no decía nada pero eso me ponía de los nervios, cada segundo que pasaba quería hacerle muchas preguntas, la verdad no sé ni porque, tal vez sea porque ese anciano tenía algo en su mirada que me daba mucha confianza, quería entablar una amistad con aquel sujeto, así que otra vez le volví a preguntar lo mismo de hace ya un momento, a lo que me respondió: -Joven, buenos días me podría decir su nombre, tengo algo que decirle; yo me quedé asombrado en ese momento, le dije:-Mucho gusto mi nombre es Daniel encantado de conoc...; me interrumpió diciéndome que tenía algo muy importante que decirme, yo me había molestado un poco por su interrupción pero seguí su juego. -¿Que es aquello que tiene que decirme señor...mmm...aún no me ha dicho su nombre; el anciano me miró fijamente y me dijo.-Mi nombre no importa ahora, lo más importante es lo que le tengo que decir; yo ya me estaba impacientando mucho, así que le dije que lo que tenía que decirme, que me lo diga ahora o daba media vuelta y seguía mi camino; el anciano miro su pequeña libreta y me dijo:-¿Acaso tu eres Daniel, el que vive a dos cuadras de aquí?; me tomo por sorpresa de nuevo, ya que apenas me conocía, le dije:-Por supuesto, a propósito, ¿cómo sabe donde vivo?(...¿será un delincuente?...mmm no creo, pero por qué me ha investigado tanto,...mmm...apuesto a que es alguien especial...tal vez lo mejor será seguirle su juego misterioso otra vez...) ¿acaso es amigo de mis vecinos o vive por allí ?, la verdad es que nunca lo he visto pero me resulta familiar; a lo que él me respondió: -No, en absoluto, nunca antes le había visto, solo he venido con un propósito, y es decirle algo muy importante; yo me dije a mi mismo:(...otra vez la misma tontería, ya me está cansando, ha de ser un viejo loco que se escapó de una clínica de psiquiatría...); le dije:-Sabe que...yo ya me cansé, mejor será que me retire de aquí y seguir haciendo lo que iba a hacer; en eso el anciano me dijo:-¿Quiere oír una vieja historia?; yo me preguntaba si eso era lo que quería decirme, pero como no tenía nada más que hacer , decidí escuchar su relato.







CAPÍTULO II
Ushio y Clarissa, el inicio de una verdadera amistad

El anciano comenzó a contar su larga historia, antes de eso me dio la libreta que tenía y me pidió que no la abriera hasta que haya acabado de contar su relato, yo la acepte sin pensarlo pero aún no sabía por qué ese anciano me daba tanta confianza, así que empezó a contarme la historia que tanto quería.
Todo comenzó con el nacimiento de un bebé, su madre tuvo muchos problemas al dar a luz pero gracias al esfuerzo de todos, el bebé fue un niño sano y fuerte al cual le dieron el nombre de Ushio.
Ushio era un niño muy callado y reservado para todos, casi no decía palabra alguna pero se asustaba con facilidad, a medida que fue creciendo aprendió a hablar y quería ser un buen arqueólogo porque le gustaban mucho los dinosaurios y la historia de la vida en sus inicios, era un apasionado por lo que hacía, se encerraba en su habitación a colorear un libro que su madre le había comprado, era un libro muy bonito que trataba sobre dinosaurios, que a propósito estaba en otro idioma, lo cual lo inspiró mucho más a conocer sobre los dinosaurios y esa nueva forma de escribir tan rara que había descubierto; cada día que pasaba su interés se hacía más y más grande, su madre le apoyaba en todo sentido, ya sea comprándole libros, revistas, juegos, hasta una computadora, para que pudiera aprender lo que él quería.
Un día estaba jugando a solas con su dinosaurio de madera que le había comprado su madre, ya que él no tenía amigos, en eso escuchó unos ruidos que venían del patio de la casa, estaba muy oscuro pero se lleno de valor y fue a ver qué pasaba, en eso vio una luz que subía rápidamente hacia el cielo; Ushio cayó desmayado y su familia se preocupó mucho por él, pasó un día en cama dormido, al segundo día despertó y contó que había soñado con un viejo hospital en el cual había mucha gente que había muerto después de una terrible explosión, y que de entre toda esa gente que yacía en el piso apareció una niñita de su misma edad que sostenía un violín en sus manos y que lo tocaba con buena destreza, rápidamente llamó la atención del joven Ushio y se acercó para escucharla tocar su precioso instrumento de madera que daba sonidos muy tristes pero hermosos, ella terminó de tocar, en eso Ushio le preguntó el por qué de su melodía tan triste pero que le había gustado tanto a él, ella se acercó con un gesto triste y a la vez sorprendido y entablaron una conversación, pasaron unos momentos y  se hicieron muy buenos amigos, ella le contó la tragedia que había sucedido hace un día atrás y que toda su familia había muerto en esa explosión pero que no se sentía tan sola debido a que él estaba allí acompañándola, pasaron toda la tarde conversando de cómo eran sus vidas, en eso la niña se levantó y le dijo:-Tu familia debe estar preocupada por ti, lo mejor será que regreses a tu hogar; Ushio le sonrió y le dijo que era la primera amiga que tenía en toda su corta vida, ella se alegró mucho de eso y le preguntó que si podría volverlo a ver algún día, Ushio le respondió con una gran sonrisa y un fuerte abrazo, le dijo:-estaré esperándote muy ansioso…a propósito, ¿cuál es tu nombre?; ella lo miró fijamente y le dijo:-Me hiciste pasar uno de los mejores momentos de mi vida, nunca lo olvidaré te lo prometo, mi nombre es Clarissa pero me puedes llamar Risa que es como me conocen todos, bueno hasta la próxima; le dio un cálido beso en la mejilla y fue cuando Ushio despertó, una vez que contó todo lo que había sucedido la familia se sentía más aliviada de que no le sucedió nada que del sueño que acabó de tener, desde ese día Ushio veía y oía cosas muy extrañas, ya sea que lo estaban llamando o ruidos de las sillas y de la mesa, como si alguien estuviese sentado comiendo, empezó sentir presencias extrañas de personas que no estaban a su alrededor pero sin embargo se sentía acompañado.







CAPÍTULO III
Señales

A medida que pasaban los años, Ushio fue creciendo mucho, tanto que ya mismo alcanzaba la estatura de su madre, entro a la escuela, en donde hizo muchos amigos, pero el siempre se sentía solo porque no podía recordar a la niña de su sueño ni su nombre, lo único que podía recordar  era su resplandeciente y larga cabellera rubia y su piel tan blanca como la leche; Ushio se sentía muy vacio cada día, un día estaban jugando a las escondidas con sus amigos del vecindario a altas horas de la noche, en eso el fue solo por un callejón oscuro escondiéndose muy bien del resto de amigos que jugaban con él, de repente de la oscuridad salió una pequeña luz que lo llamó, él siguió aquella luz sin pensarlo dos veces, lo único que se podía distinguir entre la oscuridad  era una larga y brillante cabellera rubia; él pensó que esa era la chica que tanto buscaba, la siguió hasta el último rincón en donde desapareció.
-Luego de haberla seguido tanto… no sirvió de nada- murmuró y se regresó a su casa por el camino que conocía muy bien, en el camino se encontró a un hombre que yacía en el suelo con una grave herida en su brazo derecho, al parecer fue una herida de arma blanca; este hombre le gritó con su último aliento a Ushio que si se hubiese quedado en ese lugar, unos delincuentes lo habrían herido a él también y que abandone ese lugar inmediatamente.
Ushio se asustó tanto que salió corriendo de aquel lugar, en eso se dio cuenta que estaba completamente perdido en los callejones de ese inmenso barrio, todo estaba oscuro y el ya no conocía el camino de regreso a su casa; por aquella desesperación que tenía no se percató de una roca, que al correr se tropezó, antes de caer al piso vio nuevamente esa luz que lo había salvado antes, esa luz que de entre las sombras solo se lograba distinguir una cabellera rubia muy larga y hermosa.
Al siguiente día se despertó en su cama, nunca supo lo que le había sucedido después de ver la pequeña luz, pero tenía el presentimiento de que aquella chica del sueño tenía mucho que ver en lo que estaba sucediendo; Ushio cerró sus ojos y siguió descansando de aquella pesadilla que había vivido el día anterior y que le dejó una muy buena lección.
Pasaron unos segundos y empezó a escucharse una hermosa melodía que provenía de la casa de enfrente era un violín que sonaba con mucha destreza, en eso Ushio se despertó y se quedó viendo por la ventana.
Miró fijamente a la persona que estaba tocando el violín pero no se lograba ver la silueta, tan solo se veía una cortina semi-transparente que estaba muy sucia, se dio cuenta que la melodía que tan tristemente estaba interpretando aquel músico ya la había escuchado antes en otro lugar, se puso furioso al no poder recordar nada, pero en eso las cortinas se fueron despejando poco a poco y solo se pudo ver una larga y rubia cabellera, como de una princesa, que salía por aquella ventana.
Ushio se quedó atónito al ver aquella chica y rápidamente dijo:-CLARISSA!
CAPÍTULO IV
Desempolvando amargos recuerdos

Aquella chica que vivía en frente de su casa parecía que nunca salía a jugar ni a divertirse, solo pasaba encerrada tocando la misma melodía triste en su pequeño violín.
La casa en la que vivía esa chica era una vieja casa arrendada en la que unos señores la habían deshabitado hace muchos años debido a que su hija que era la razón por la que vivían allí, ella, quien tenía la misma edad que Ushio murió en un trágico accidente mientras estaba de visita en un hospital muy antiguo del sector, ella estudiaba música en el conservatorio local, era muy buena violinista y siempre solía tocar unas melodías alegres para animar a la gente que estaba enferma en el hospital.
Ushio nunca supo que la chica que vivía enfrente supiera tocar el violín debido a que casi nunca salía de su casa, por lo que nunca pudieron conversar anteriormente.
Ushio se moría de ganas de entrar a aquella casa y saludar a su primer amiga, entonces se armó de suficiente valor y decidió ir; cuando estaba en la puerta de la casa la tocó pero nadie salió, lo que fue realmente extraño es que la puerta estaba rota y se abrió con facilidad.
Al entrar todo parecía deshabitado completamente, todo estaba muy viejo y olía a humedad por todas partes, al parecer las conexiones de agua colapsaron con el tiempo y despedían un olor fétido, al entrar a la cocina se dio cuenta de que nadie había vivido allí desde hace ya muchos años que sucedió ese terrible accidente en aquel  hospital, todo era un completo desastre, se notaba como si hubiesen muchas peleas allí, estaban muchos de los platos rotos o sucios, fue poco a poco gritando el nombre de su amiga pero no escuchó respuesta alguna, en eso escuchó que el televisor de la sala se prendió y fue a ver qué sucedía.
Ushio desde que vio por primera vez aquella luz en el patio de su casa hace un año comenzó a ver cosas paranormales tales como ruidos extraños o sombras que se desplazaban una por una por su casa o por el vecindario.
Al entrar en la sala se sorprendió debido a que el televisor sonaba pero en realidad estaba apagado y roto mas encima, Ushio se asustó y salió corriendo hacia los dormitorios del segundo piso en donde vio a su querida amiga, al abrir la puerta salió una chica hermosa, con la piel blanca como la leche y una cabellera rubia resplandeciente.
-¿Cómo te llamas?-preguntó Ushio
Ella le respondió con una sonrisa y un abrazo y le dijo que se alegraba de volverlo a ver,
-Mi nombre es Clarissa, pero me puedes llamar Risa, ¿Acaso no te acuerdas que hace varios años conversamos todo el día en ese viejo hospital?
-Lo siento muchísimo, la verdad es que si me acordaba de ti, por eso te vine a buscar, pero quería estar seguro de que eras la chica de mi sueñ….perdón que eras mi primer amiga Risa, la verdad es que desde que te hablé fue la primera vez que le dirigía la palabra a alguien que no fueran mis padres o parientes cercanos, desde ese día fui conociendo a la gente de este barrio pero esta casa siempre ha estado deshabitada desde aquel incidente del hospital- dijo Ushio
Respondió Risa:
-Claro que no estoy en esta casa desde hace ya muchos años cuando me marché con mis padres, pero estos años han sido los peores de mi vida porque mis padres no me prestan ni la más mínima atención, hacen como si yo no estuviera allí y me ignoran por completo eso me dio mucho coraje así que ya no lo aguanté mas y me fugue de la casa, como era de esperarse que a mis padres siquiera les importara mi desaparición, solo pasaban llorando a una foto mía en el comedor, pero nunca supe la razón-
Ese día tuvieron una larga conversación sobre lo que les había ocurrido todos esos terribles años; luego Ushio la invitó a cenar a su casa y le dio posada para que pueda quedarse allí, ya que la casa en la que vivía Risa estaba en pésimas condiciones.
Al llegar a casa la llamó a su madre y le presentó a Risa; Risa estaba muy emocionada de llegar por primera vez a la casa de su gran amigo, pero algo muy extraño sucedió en ese encuentro.

CAPÍTULO V
La habitación Nº1

La madre de Ushio lo reprendió debido a que la había llamado sin ninguna razón, ella por algún motivo la ignoraba por completo a la joven Risa lo que causó un ambiente muy tenso y Risa decidió correr lejos de allí.
Ushio: -¡Espera Risa! ¿A dónde vas? No te enojes con mi madre ella no tenía la intención de lastimarte ella es una buena persona.
Risa: - ¡Todo el mundo me ignora, yo no le importo a nadie!
Madre de Ushio: -Espera un momento, ¿A dónde crees que vas?, ¿A quién diablos le estás hablando?, acabas de entrar solo a la puerta y me has llamado para ver a alguien pero era mentira porque no veo a NADIE, así que no me molestes ahora que estoy muy ocupada, y sin peros.
Ushio salió corriendo detrás de Risa sin importar lo que dijo su madre pero no pudo alcanzarla; pasó un mes sin ver a nadie en aquella vieja casa de enfrente, estaba muy preocupado por Risa, preguntó por todos lados pero nadie la había visto.
Un día estaba pasando por aquel hospital que estaba ya carbonizado debido a la explosión de hace un año, pasaba por allí y se le vino el sueño que tuvo hace un año, en eso se desesperó pensando en encontrar a Risa y entró, una vez dentro, el sonido de un viejo violín se escuchaba claramente que venía de una de las habitaciones, Ushio sabía que ese sonido tan triste pero a la vez hermoso era de su amiga Risa así que corrió hacia la primera habitación que era de donde provenía el sonido.
Antes de entrar salió Risa con los ojos hinchados de tanto llorar y le prohibió que entrase a la habitación
Risa: - Hola como estás, lo siento pero desde ahora entrar a esta habitación queda terminantemente prohibido, por razones muy personales, ¿ok?
Ushio: -Esta bien pero cuéntame, ¿en dónde te habías metido todo este tiempo? La verdad es que estaba muy preocupado por ti, además quería pedirte disculpas por lo de mi madre.
Risa: - No tienes nada de que disculparte, ya me di cuenta al fin… de la triste realidad, aquella realidad que llegará algún día…
Ushio: - ¿De qué estás hablando? La verdad es que me estas asustando.
Risa: -No te preocupes de nada y sigamos caminando lejos de este apestoso lugar, ¿ok?
Los dos juntos salieron de aquel hospital y se fueron a tomar unos helados en una dulcería que quedaba cerca de allí, como siempre cuando llegaron le preguntó el dependiente de la dulcería que si quería un solo helado, a lo que furiosamente le respondió Ushio
-Que acaso no ve que somos dos personas, ¡pero que pregunta más estúpida!
El dependiente no dijo nada pero él sabía que había una sola persona allí y era Ushio, le dio los dos helados y salieron juntos de allí.
Cuando los dos iban conversando juntos la gente los quedaba viendo raro, así que Risa dijo que lo mejor será conversar en un sitio en donde no haya mucha gente.
Risa sabía algo muy importante pero no se lo quería decir por nada del mundo a Ushio, era un secreto de vida o muerte…








CAPÍTULO VI
La revelación de un ángel y la dura condición

Cuando Risa salió corriendo esa noche de la casa de Ushio, se dirigió sin rumbo, llegando por casualidad al hospital, en eso una extraña presencia la atrajo hacia la habitación Nº1, al entrar allí se quedó horrorizada al ver su propio cuerpo de hace ya varios años tendido sobre la cama de esa habitación, un cuerpo totalmente inerte, allí fue cuando Risa descubrió la verdad de por qué la gente la ignoraba, la verdad es que ya estaba muerta pero no se dio cuenta, lo que significaba que todavía le quedaba algo por hacer en este mundo.
Risa estaba llorando mucho al saber esta triste verdad pero en eso una luz iluminó la habitación, era nada más y nada menos que un ángel, el cual le dijo a Risa que todavía tenía algo muy importante que hacer en este mundo, y que al terminar eso tan importante se podría ir al cielo a descansar en paz.
El ángel le dijo: -Clarissa, se te ha encomendado una importante misión aquí en la tierra y consiste en lograr que Ushio descubra su verdadero talento que es la música, con la cual podrá salvar muchas vidas así como lo hacías tú Risa, le vas a apoyar en todo lo que puedas hasta que Ushio consiga irse a estudiar al extranjero, allí todo tu trabajo se dará por finalizado, pero solo hay un problema, si le dices a Ushio, o si él llegase a descubrir que tu solo eres un espíritu, desaparecerás completamente de sus recuerdos y no podrá recordar nada de lo que hayas hecho por él y será el mismo de siempre, el mismo que era antes de conocerte, buena suerte mi querida Clarissa te estaré esperando con mucho amor.
Risa al escuchar las palabras del ángel se sintió muy triste debido a la dura condición que tenía ya que Ushio era muy importante para ella y no quería perderlo de su vida.
Así que se armó de valor y trató de descubrir aquel talento oculto de Ushio.
Pasaron algunos días en los cuales Risa había estado llorando hasta que llegó Ushio y salieron juntos a dar un agradable paseo.







CAPÍTULO VII
El nacimiento de un gran pianista

A medida de que pasaban los días Risa le dedicó varias piezas en su viejo violín, lo cual poco a poco le interesó a Ushio, el también quería aprender a tocar el violín, así que decidió entrar al conservatorio de música.
Una vez que hizo una prueba para ver que instrumento era más apto para él le dio como resultado que era el piano, fue difícil al principio pero con el tiempo fue mejorando.
Ushio era el mejor pianista de su nivel cada vez estudiaba más y más porque su sueño era tocar en un concierto con Risa, a él le gustaba mucho una sonata de Beethoven así que estudió mucho para poder tocarla, pero Risa le dijo que nunca saldría a un escenario, por motivos personales, lo cual deprimió mucho a Ushio, que tantas ilusiones tenía de tocar con su amiga muy especial.
Lo único que quería Risa es poder tocar en un escenario con su mejor amigo, que ya lo estaba empezando a ver como a una persona más especial que un amigo, pero ella sabía que no debía enamorarse debido a que algún día se marcharía.
Risa es de las personas que piensa que la distancia divide los corazones y peor aún la distancia entre esos dos mundos impenetrables el uno del otro.
Risa le encantaba escuchar las melodías que tocaba Ushio, todos los días iban a una sala que quedaba lejos de todas las demás, una sala olvidada con un piano que cada día se escuchaba más y más desafinado.
Ese sitio era el favorito de ambos porque allí no había nadie que les moleste, todos los días cuando Ushio estaba libre de clases iba para allá, a la sala Nº9 en donde siempre Risa lo estaría esperando con su violín para tocar juntos muchas melodías hermosas.
Ushio era compositor de música clásica, le gustaba mucho la composición así que decidió hacer en secreto un concierto para piano y violín, el más grande que nadie jamás haya creado.
Trabajó muy duro en su secreta obra, esta obra sería dedicada para Risa porque él empezó a enamorarse de ella, el tenía planeado tocar esa canción en un recital en donde confesaría su amor.
Cada día que pasaba ambos se iban enamorando más y más que un día Risa no lo soportó más, se quería atrever a romper ese miedo y esa indecisión que tenía y le confesaría su amor, ese mismo día Ushio iba a hacer lo mismo, ninguno de los dos soportaba mas guardar ese sentimiento.
Ambos llegaron a la sala nueve y los dos tenían algo muy importante que decir…

CAPÍTULO VII
Confesión de amor

Ambos estaban muy nerviosos así que Ushio tomo la iniciativa y le dijo a Risa: - Tengo algo muy importante que decirte, lo que pasa es que cada día que estoy junto a ti me doy cuenta de que eres algo más especial que una amiga, mis sentimientos por ti son puros, nunca había sentido algo parecido con nadie más, no me importa como seas, no me importa que no te guste hablar con nadie más que conmigo, tampoco me importa que otras personas te ignoren, te quiero como eres nunca cambies, a tu lado siento como si me completara mi otra parte, siento como si fuera muy feliz, quiero vivir contigo por el resto de mi vida, pero solo depende de ti, en conclusión…Risa…yo….ehhh…..te….-
Risa al escuchar estas palabras no pudo contener sus lágrimas y salió corriendo de la sala, no tuvo el suficiente valor para decir lo que sentía por Ushio, porque tenía muchas dudas acerca de esa relación, cargaba sola con todos esos problemas que generaba aquel maldito accidente.
Ushio al final del día no pudo decirle que la amaba, por lo que se sentó en su piano, su compañero inseparable a componer su última canción llamada UN AMOR PARA SIEMPRE, se la iba a dedicar a ella porque realmente la amaba.
Le tomó casi dos meses perfeccionar esa canción, pero en todo ese tiempo Risa no se apareció por allí, cada vez que Ushio iba a la sala 9 a ver a Risa ella no se encontraba, tocaba tristemente sus canciones.
Ushio pensaba en ese momento que hubiera sido mejor no decirle nada a Risa, porque sentía que estaba perdiendo a alguien muy especial por culpa del amor, maldecía que el amor se haya interpuesto en una amistad más linda, pero lo que no descubría aún es que el amor, Dios lo creó para unir a dos personas mediante un lazo que supera a la amistad, el amor es un lazo que une a dos personas, hace que esa persona especial sea aun más especial y mas no es para dañar una verdadera amistad.








CAPÍTULO VIII
La carta escondida

Risa se había ausentado cerca de dos meses en los cuales se había dedicado a aclarar sus dudas sobre esa decisión que se moría de ganas por tomar pero que algo le impedía, la inseguridad.
Risa decidió por fin terminar el trabajo al cual se le había encomendado escribiéndole una carta a Ushio, en la cual decía:
-Querido Ushio, sabes que mis sentimientos por ti son puros y sinceros, nunca antes me había sentido de esta forma en la que me siento, la inseguridad me vuelve loca, pero de lo que si estoy segura es de que te amo más que a nada en el mundo y que mi realidad será superada por el poder que tiene el amor, gracias por hacerme experimentar ese sentimiento tan noble que tienen los humanos y que ninguna otra especie lo tiene, gracias por todo, me iré a estudiar al extranjero pero no te puedo decir a que país me voy solo te puedo decir que con ese talento que tienes debes compartirlo con todo el mundo tratando de ayudar siempre a los demás, salva muchas vidas con ese don que te ha dado Dios, esa fue mi misión desde el inicio hacerte notar que puedes ayudar a los demás con algo tan noble como es la música, ve a casa de mis padres allí pídeles que busquen en mi antigua habitación debajo de la almohada una carta que te dará más detalles… Mi amor para siempre a ti Ushio… de Risa…-
Risa se acerco sin que Ushio la viera y puso la carta dentro del desafinado piano, ella sabía la forma de componer de Ushio y además sabía que él estaba haciendo una canción para ella, fue por eso que puso la carta en las últimas cuerdas del piano, como sabía que Ushio siempre acababa sus composiciones en notas agudas, porque a él le fascinaban mucho los finales tranquilos y relajantes ese toque místico y fantástico que solo las notas agudas en una escala pentatónica pueden dar.
Al dejar la carta Risa se marchó sin rumbo, solo tenía que esperar a que Ushio leyera la carta y vaya donde sus padres para así su trabajo llegase a su final.









CAPÍTULO VIII
A cumplir el sueño prometido

Ushio cada día se esforzaba en terminar aquella obra majestuosa que demostraría todo su amor a Risa, fue entonces como lo había previsto Risa, Ushio finalmente estaba por completar la canción cuando en el último de los compases como es de costumbre para Ushio el tocar una escala pentatónica ascendente y terminar en un acorde con notas muy agudas y tranquilas.
Ushio escuchó un ruidito que se supone que no haría el piano, en eso abrió la tapa y se encontró la carta que decía: “Mis sentimientos están aquí y te corresponderán por siempre”, Ushio abrió la carta y la leyó completamente, muchas lágrimas brotaron de sus ojos, pero eso no lo desanimó a terminar de una vez con la canción que expresaría todo su amor.
Una vez culminada la canción Ushio decidió añadirla para el recital de música más importante de todo el país en el cual los más reconocidos y talentosos músicos van a tocar piezas muy difíciles y a la vez hermosas de los más famosos compositores.
Ushio tenía un trato especial por ser el hijo de un reconocido pianista y compositor que desapareció misteriosamente pero sus obras quedaron para el deleite de todos.
Llegó el gran día de la presentación, Ushio pasó las audiciones sin ningún problema y estaba dispuesto a dar todo en aquel escenario, el público estaba muy ansioso de escuchar aquella obra maestra del joven compositor.
Ese día Ushio tocó como nunca había tocado tanto así que los directores de los más prestigiosos conservatorios de Europa lo invitaban con todos los gastos pagados a una gira mundial de su música y que si quería podría estudiar en los mejores conservatorios del mundo, Ushio aceptó sin pensarlo dos veces, después de haber leído aquella carta sintió fuerzas para superar cualquier obstáculo y aceptó la proposición.
El día antes de su partida a Europa fue a la casa de los padres de Risa, aquella dirección que le había costado más de un mes de investigaciones exhaustivas, pero llegó a la puerta de esa casa y salió una señora vestida de luto diciendo:
-Joven, ¿que desea de una mala madre que perdió lo más importante de su vida? ¡Si solo viene a cobrar será mejor que se marche de aquí!
A lo que Ushio respondió:
-Lo único que he venido a decirles es que amo a su hija y ella me pidió que les dijera que busquen una carta que hay debajo de la almohada de su antigua habitación, así que les ruego podrían ir a buscarla, ¡por favor!
La mujer envuelta en lágrimas no podía creer lo que este joven venía a contarle, su hija había muerto hace mucho tiempo atrás en ese terrible accidente pero por alguna razón no le mencionó nada de eso y fue de inmediato a buscar aquella carta.
CAPÍTULO IX
Confesiones atrasadas

Ushio tomó la carta que con una mano temblorosa le fue otorgada por su madre y se fue sin decir más palabra, se fue al conservatorio a la sala mas apartada de todas, la sala nueve en donde nadie podría escucharlo llorar ya que últimamente tenía toda la atención no solo de sus amigos sino también de los medios.
La carta decía:
-Querido Ushio, me gustó mucho tu canción gracias por ese detalle nadie había hecho algo así por mí, por eso te amo más que a nada pero nunca pude decírtelo personalmente, en ese momento me sentía muy confundida, sabes, yo iba a decirte que te amaba pero tus palabras calaron muy en el fondo de mi corazón y no tuve más remedio que huir de mis sentimientos, lo siento por ser una cobarde, lo siento tanto, no quiero lastimarte pero es hora de que te enteres de la dura y triste realidad en la que estoy encadenada de por vida y de la cual no podré escapar nunca, no quiero olvidarte ni que me olvides, pero es inevitable, gracias por todo, cuando llegues a Europa encontrarás una carta en la habitación de hotel que reserves… Mi amor para siempre a ti Ushio… de Risa…-
Ushio se sintió como en una broma de mal gusto, eso de las cartitas secretas y misteriosas ya no le empezaba a gustar, hasta que llegó el día en el que tuvo que viajar a Europa.
CAPÍTULO X
La última carta

Al llegar a Europa, Ushio entro rápidamente al hotel, y tal y como lo había dicho Risa, la carta estaba encima del velador, tomó la carta que decía:”Antes de abrirla prométeme que no me olvidarás”, Ushio mirando por la ventana gritó su amor por Risa y que jamás la olvidaría y luego de eso abrió la carta que decía:
-Querido Ushio, gracias por todo, esta es mi última carta, en la que te enterarás de toda la verdad, la historia comienza así: cuando nos conocimos en aquel sueño que tuviste fue el día más feliz de mi vida porque sentí que había conocido a alguien muy importante en mi vida y del cual nunca me iba a separar y que iba a vivir por el resto de mis días pero no todo es color de rosa, poco a poco me fui enterando de la verdad tras ese accidente del hospital, quería conocer tanto a aquel tipo de mis sueños que lo busqué por todos lados hasta que te encontré, ese día toqué la misma melodía triste que había tocado para ti en mi sueño para que tú me reconocieras y salieras a buscarme, me dio mucha felicidad encontrarte pero me enteré de algo muy grave que había pasado en mi vida mucho antes de conocerte, constantemente me preguntaba el por qué la gente me ignoraba y hasta mis propios padres que creí que habían muerto y que los tome por muertos pero que después aparecieron y me fui a vivir con ellos pero me ignoraban como todo el mundo, no fue porque me odiaban, fue por el hecho de que yo sin saberlo había muerto en aquel accidente sin darme cuenta, si, había muerto aunque no lo creas, era un espíritu, me di cuenta de eso aquel día cuando entraste en la habitación uno del hospital, mi cuerpo yacía inerte sobre una cama oxidada y carbonizada en eso un ángel se me apareció y me dijo que tenía un objetivo aquí en la tierra el cual consistía en descubrir tu talento como pianista para que puedas ayudar a muchas personas de todo el mundo pero con una condición me dejaba quedarme, esa condición era de que si tú  te llegabas a enterar de que yo era un espíritu tu perderías todos los recuerdos relacionados conmigo y que volverías a ser el de antes, por eso mi trabajo aquí ha terminado, por cierto estas cartas desaparecerán junto con todos tus recuerdos de mi en unos segundos después de que acabes de leerla, te amaré por toda la eternidad, si no consigues olvidarme significa que el amor sobrepasó aquella barrera que nos dividía y podremos ser felices en el más allá, si puedes recordar algo después de haber leído esta carta ve por favor a la sala nueve y toca tu canción otra vez, allí te esperará otra sorpresa, gracias por todo,
Te amo….Sinceramente…
Clarissa (Risa)
CAPÍTULO FINAL
El reencuentro con el amor

Después de haber leído esa última carta de Risa, Ushio se desmayó y se despertó con un fuerte dolor de cabeza, todos sus recuerdos sobre esa chica que tanto amaba se habían esfumado como las huellas de la arena que se lleva el mar.
El fue muy feliz ayudando a mucha gente por todo el mundo, viajó por: Estados Unidos, Canadá, México, España, Italia, Francia, etc. Aprendiendo cosas nuevas y creando fundaciones que ayuden a la gente más necesitada, era muy feliz con esa  vida llena de riquezas que le había generado su gran talento, pero sentía que le faltaba algo, era algo muy especial para él pero no conseguía recordar nada.
Fue en eso que se le cayeron las partituras de aquella obra que denominó Clarissa my Darling, y pensó en el porqué la había compuesto, o para que o para quien la había hecho, pero el nombre de Clarissa de le hacía familiar, muy familiar pero no recordaba nada.
Una noche Ushio tuvo un sueño con la chica rubia de larga cabellera y se levantó inmediatamente diciendo: ¡¡¡…RISA…!!! Ahora lo recuerdo todo.
Fue a su tierra natal y llegó al conservatorio que tantos recuerdos le traía, se dirigió a la sala nueve en eso recordó que tenía que tocar la obra que había compuesto a aquella chica de sus sueños, una vez que la tocó, como siempre acostumbraba a dar un final a sus canciones con notas agudas, escuchó un ruidito que venía de la parte interior del piano, lo destapó y encontró una carta que decía: “Han pasado ya 85 años desde que te conocí y no me has olvidado”
Ushio abrió la carta con sus dedos arrugados y cansados y esta decía:
-Hola otra vez mi querido Ushio, gracias por no olvidarme, parece que muy pronto nos encontraremos para estar juntos por toda la eternidad has cumplido con todo lo que tenias que hacer y ya es tiempo que dejes ese mundo para que vengas a un mundo mejor, antes de eso quiero pedirte un último favor, ve a la estación de trenes y te vas a encontrar con Daniel, es un chico joven incapaz de ver lo que puede hacer con su vida pero quiero que le cuentes tu relato y le des este sobre que te dejo en esta misma carta, buena suerte ¡my Darling! Te estaré esperando a las doce de la noche de ese mismo día.
Con mucho, mucho, mucho, mucho amor:
Clarissa (Risa) tu eterna amante…

Ushio se sintió muy feliz al leer esta carta y sin más tiempo que perder fue directamente a la estación y se encontró con un joven que se quería suicidar y le preguntó si podía contarle una historia.

Ushio: Bueno mi querido y joven amigo, así es como termina mi relato, y discúlpame por no haberme presentado antes, mi nombre es Ushio me dio mucho gusto en conocer a alguien tan especial como usted, por cierto quiero pedirle un último favor, rece por mí a la media noche que es cuando viajaré a un mundo mejor que este, a propósito me olvidaba de darle esto, la carta que Clarissa me pidió que le entregase, bueno parece que mi trabajo aquí ha terminado, hasta luego joven, y mucha suerte en tus sueños y aspiraciones.
El anciano se fue alejando por la oscura calle cada vez mas hasta que desapareció, yo abrí el sobre que me dejó Clarissa en el cual decía:
-¡Hola Daniel! Soy Clarissa y me gustaría decirte que no te des por vencido, si tienes problemas trata de sobrellevarlos, pero nunca intentes caminar solo porque todo será más difícil, para eso tienes amigos y una mujer que estará esperándote en un país lejano, confía en ti mismo y no te dejes llenar la cabeza de dudas, no cometas el error que cometí yo y no dejes que el amor se vaya por culpa de tus dudas, trata de poner en orden lo más pronto posible tus ideas y sentimientos para que así no sea muy tarde en tomar una decisión ya que nadie sabe lo que nos puede pasar mañana, trata de disfrutar tu vida al máximo cada día como si fuera el último y se muy feliz, ayuda a mucha, mucha, mucha gente…
Con cariño….
Clarissa (Risa)

Al terminar de leer la carta ya casi eran las doce de la noche y elevé al cielo una oración por el alma de ese gran amor que nada podrá separar y que sobrepasaron todas las barreras para así poder alcanzar la felicidad, por un buen hombre, Ushio y por una buena mujer, Clarissa, Que Dios los cuide por siempre…
Desde ese día mi vida cambió, volví a mi barrio lleno de energía y resolví todos mis problemas, puse en orden mis ideas y sentimientos y me fui a buscar el amor que un día perdí por dejar pasar las cosas y no darme cuenta a tiempo.
Llegué, y tal como Clarissa me dijo, ella estaba esperándome con los brazos abiertos, tuvimos una vida muy feliz y espero algún día ser tan feliz como esa maravillosa pareja que se formó gracias al amor que creo Dios nuestro señor.

FIN
ESCRITO POR :

Ushio Noa  http://www.facebook.com/saonoa?fref=ts

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Si un arcoiris hubiera en el cielo y camino fuera que hermoso seria llegar a los sitios que mas deseas .
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- http://www.4shared.com/account/dir/oAk_dhdV/_online.html?rnd=83
POR LEERNOS ,GRACIAS.

MUNDO FANTASIA CANCION MUNDO SIN FIN

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